La Vida Del Apóstol Pablo
Preparado por J. H. Gage, Th. D.
Al apóstol Pablo se le conoce como el más grande misionero de la iglesia temprana. Pablo, quien una vez declaró que acabaría con la creencia en Jesucristo, se convirtió luego para hacer el trabajo de Cristo. Es el autor de casi la mitad de los 27 libros del Nuevo Testamento. El aguantó enfermedad, rechazo, y repetidos ataques contra su vida por traer el mensaje de la gracia y el perdón de Dios a los Gentiles. Pablo fue el apóstol mayormente responsable por el crecimiento e inicio sólido de la Cristiandad. El habló delante de los Judíos, Griegos, y Romanos. Pablo es conocido como el apóstol a los Gentiles. El defendió la Palabra de Dios delante de reyes y emperadores de este mundo. Al final de su vida, mucho del mundo Mediterráneo se había alcanzado con el evangelio. Este estudio cubrirá cada una de las partes más importantes de la vida del apóstol Pablo.
La Vida Temprana de Pablo
La vida temprana del Apóstol Pablo es una descripción amplia de su juventud en Tarso. Esta sección cubrirá la educación de Pablo bajo la dirección de Gamaliel, el principal erudito en Israel durante el primer siglo D.C..
Esta parte de la vida de Pablo describirá su relato como testigo presencial del martirio de Esteban, y su persecución de las primeras iglesias Cristianas.
El Apóstol Pablo nació alrededor el año 3 D.C. en la comunidad Judía de Tarso. Tarso era la capital y la ciudad principal de la provincia de Cilicia.
Cuando él nació, sus estrictos padres Fariseos lo dedicaron al servicio de Dios e hicieron todo lo posible por levantarlo como buen Judío. A los ocho días de edad, sus padres lo nombraron Saulo, por el primer rey de Israel quien era de la tribu de Benjamín. Sus padres también le dieron el nombre Latino de Pablo porque vivían en una sociedad Romana.
La Educación de Pablo
Pablo fue educado por su madre hasta la edad de cinco años. Desde los cinco años hasta los diez, estudió bajo su padre, un Fariseo Judío. Su padre le enseñó los manuscritos y escritura tradicional. Como se levantó en un ambiente Griego y Romano, recibió educación completa en el idioma, la historia, y la cultura Griega.
Pablo fue enviado a Jerusalén a la edad de aproximadamente diez años para asistir a la escuela rabínica de Gamaliel. Gamaliel era el rabí más famoso que se menciona en el Nuevo Testamento (Hechos 5:34).
La escuela religiosa de Gamaliel era principalmente oral y tuvo una predisposición contra cualquier libro fuera de los manuscritos. Durante las jornadas regulares de escuela, los hombres letrados se reunían con los estudiantes y discutian los manuscritos. Estos hombres daban diversas interpretaciones, ilustraciones, y citaban precedentes. A los estudiantes se les animaba a preguntar, dudar, e incluso a contradecir.
Gamaliel pronto descubrió que Saulo era un estudiante brillante esperando así grandes cosas de él. El sabía que sería un gran líder. Saulo se dedicó tanto a aprender que se ganó el corazón de su profesor. El fue un estudiante dedicado y con un verdadero amor por aprender las escrituras y la adoración a Dios.
Cuando Saulo estaba alrededor de sus veinticinco años se fue a su casa en Tarso. Saulo salió de Jerusalén con el conocimiento y la experiencia aprendida de la escuela de Gamaliel.
Por nueve o diez años él estuvo haciendo carpas con su padre en Tarso. El amaba mucho a Israel y se ganó el respecto y la admiración de todos sus amigos, quienes confiaban que un día llegaría a ser un líder.
Peleando Contra Dios
Saulo no creyó que Jesús fuera el Mesías porque Jesús frecuentemente denunció los Fariseos y parecía oponerse a todas sus normas. El había oído una vez que Jesús le enseñó a la gente a desobedecer a los rabís y había ocasionado caos en las sinagogas. Todos los verdaderos Judíos Lo acusaron como enemigo de Israel. Saulo creía que alguien quien siguiera a Jesús debería ser sentenciado a la muerte. Con este pensamiento en la mente volvió a Jerusalén y ofreció su servicio al sumo sacerdote para perseguir a quien se opusiera a la manera de la sinagoga. Saulo tomó su trabajo tan a pecho que su nombre era temido por las congregaciones de cristianos. El tenía un gran temperamento el cual era inmisericorde, listo para castigar. Saulo literalmente arrastraba a los cristianos, los lanzaba en la prisión, y los sentenciaba a la muerte.
El apedreamiento de Esteban
Esteban era un seguidor fiel de Jesucristo. Esteban y los Fariseos frecuentemente habían tenido acaloradas discusiones sobre Cristo en las sinagogas.
Su conocimiento de las Escrituras en las discusiones fue demasiado para ellos. Incluso Saulo tuvo un argumento con Esteban. Se trenzaron en una discusión abierta, y Saulo se desanimó porque vió que con todo lo que sabía no fue capaz de refutar los argumentos de Esteban. Saulo viajó de una sinagoga a otra y encontró que los seguidores de Jesús estaban por todas partes. El estaba muy enojado y creía que ellos deberían ser condenados a la muerte porque enseñaban contrario a la ley.
Luego fue Esteban arrestado por los Fariseos. El fue juzgado por el mismo Sanedrín que había condenado a Jesús. Ellos dieron un rápido veredicto de muerte por apedreamiento.
Durante la ejecución, Saulo fue encargado de cuidar las túnicas de los Fariseos mientras ellos apedreaban a Esteban. El apedreamiento de Esteban dejó a Saulo callado y solo. El había testificado algo que nunca había visto antes y fue conmovido terriblemente.
Después de la muerte de Esteban, Saulo emprendió una apresurada persecución a la iglesia. Pronto notó que la muerte del líder no efectuó a los Cristianos. Solamente los hizo más audaces y más fuertes. Saulo cazando creyentes de Cristo, los tiraba a la prisión, y a algunos a la muerte. La persecución de Pablo fue tan severa que esparció a los Cristianos a lo largo de Judea y Samaria. Esto ciertamente no era lo que Saulo quería que sucediera porque donde quiera que iban los creyentes se esparcía el evangelio de Jesucristo. La iglesia Cristiana, en vez de decrecer, crecía en número.
La Conversión de Pablo
Esta página tratará sobre el viaje de Pablo a Damasco y como él se convirtió para servir el Señor Jesucristo .
La Conversión de Pablo
Indignado por sus esfuerzos fútiles en parar la diseminación de la Cristiandad, Saulo preparó un viaje a Damasco, donde él había oído que muchos Cristianos se ocultaban. No solamente estaban ocultos, sino que también predicaban a Cristo en las sinagogas allí. Así que, acompañado por una tropa de soldados armados, Saulo salió de Jerusalén a la ciudad de Damasco, que quedaba a unas ciento cincuenta millas de distancia. Al aproximarse al borde exterior de la ciudad, una columna de luz mucho más nítida que el sol de mediodía repentinamente cayó sobre la pequeña compañía. El grupo cayó al suelo tratando de proteger sus ojos de la luz cegadora.
Una voz desde el cielo habló a Saulo. "Saulo, Saulo, por qué me persigues?" (Hechos 9: 4b) Entonces Saulo preguntó, "Quién eres, Señor?" (Hechos 9:5). La voz contestó, "Yo soy Jesús, a quien tú persigues." (Hechos 9:5) Entonces Saulo preguntó qué debería hacer. Jesús le contestó "Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer (Hechos 9:6).
Saulo estuvo ciego por tres días y no comió ni bebió durante ese tiempo.
En Damasco, había un cierto discípulo llamado Ananías. El Señor vino a él en una visión. En sueño el Señor mandó a Ananías que buscara a Saulo y pusiera sus manos en él para que pudiera recibir su vista. Ananías salió y encontró a Saulo. El hizo lo que el Señor le ordenó hacer, y Saulo recibió su vista y se bautizó.
Saulo era ahora un convertido Cristiano. El viviría una vida para la causa de Cristo.
Los Viajes Misioneros de Pablo
Los Viajes Misioneros de Pablo
Estas páginas cubrirán los cuatro viajes misionero de Pablo. Habrá una página separada para cada viaje. Cada página tendrá un análisis profundo de las muchas paradas a lo largo de estos viajes.
El Apóstol Pablo hizo cuatro viajes misionero. Estos viajes son los responsables de la expansión de la Cristiandad y la creación de muchas iglesias a lo largo de países del Mediterráneo.
El Primer Viaje Misionero de Pablo
Acompañado por Bernabé y Marcos, Pablo viajó a la isla de Chipre y parte de Asia Menor. Allí predicó el evangelio y comenzó muchas iglesias. Su viaje comenzó en la ciudad de Seleucia y concluyó en Antioquía de Siria. El primer viaje misionero fue alrededor del año 46-48 D.C.
Mapa del Primer Viaje de Pablo
El Llamado
Los Líderes de la iglesia Cristiana se reunieron y creyeron que era la voluntad de Dios enviar a Bernabé y a Saulo a un viaje misionero. Después de la reunión de líderes de la iglesia, ellos bendijeron el viaje y enviaron a Saulo y Bernabé por su camino.
Saulo y Bernabé conjuntamente con Marcos abordaron un barco y viajaron desde Seleucia a Chipre.
La Isla de Chipre
Chipre es una isla grande en la parte Oriental del Mar Mediterráneo, a setenta millas de Seleucia. Chipre era el hogar de Bernabé. Los Cristianos habían huido a Chipre a causa de la persecución de su iglesia en Jerusalén.
El pequeño barco navegó a lo largo de las costas de la isla y llegó a la ciudad de Salamina. Salamina era la ciudad principal de la isla de Chipre, y tenía muchos templos y estatuas de los dioses Griegos.
Saulo y Bernabé gastaron mucho tiempo predicando el evangelio en las sinagogas locales donde casi todos rehusaron escuchar sus predicaciones.
Después de algún tiempo en Salamina, los tres hombres viajaron a pie de un lado a otro de la isla, predicando el evangelio cada vez que tuvieron una oportunidad. Después de muchas semanas de viajar, llegaron a la ciudad de Pafos.
La Ciudad de Pafos
Pafos era la ciudad capital de Chipre. Estaba localizada al extremo oeste de la isla.
Saulo, Bernabé, y Marcos encontraron la comunidad Judía de la ciudad y comenzaron a predicar las buenas noticias del Mesías. Algunos Judíos se convirtieron mientras que otros se ofendieron por el mensaje.
El gobernador romano de Chipre, Sergio Paulo, había oído de la predicación de Pablo así que envió por él. Pablo se encontró con el gobernador, su esposa y otros líderes religiosos en esta reunión. Pablo les predicó las grande noticias del Mesías que vino a la tierra y fue crucificado sobre una cruz por nuestros pecados, y después de tres días resucitó de la tumba. El también les dio un testimonio personal de su vida temprana de perseguidor de la iglesia Cristiana y como un día Jesucristo lo transformó de camino a Damasco.
Sergio Paulo quedó muy impresionado. Su corazón se inclinó hacia Dios, y la batalla por esta alma casi se gana. Pero entonces un hechicero de la corte llamado Barjesús se puso de pie y comenzó a discutir con Pablo. Pablo vió que este hechicero había vendido su alma a Satanás. Entonces Pablo gritó diciendo "!Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo." (Hechos 13:10-11) En presencia del gobernador, los ojos de Barjesús se fueron poniendo nublados, y la ceguera cayó sobre é. El hechicero quedó incapacitado siendo llevado fuera d el cuarto.
El gobernador Romano había visto la mano poderosa de Dios. Se convenció y llego a ser salvo. Dios bendijo el viaje de Pablo convirtiendo el líder Romano de Chipre.
Pablo, el nuevo hombre
A medida que Pablo continuaba predicando entre los Gentiles, la gente comenzó a llamarlo por su nombre romano, Pablo. "Pablo" se destacó como nuevo hombre y en su nuevo trabajo para Cristo. De aquí en adelante y hasta el fin de su vida, él usó su nombre romano de Pablo.
A la Ciudad de Perge
El equipo misionero de Pablo salió de Pafos para ir a la ciudad del territorio continental de Perge, que era una entrada a muchas ciudades Gentiles del Asia Menor. Estuvo en la ciudad de Perge donde el joven Juan Marcos dejó a los dos apóstoles y regresó a su hogar. El estaba aparentemente asustado por los ladrones y bandidos a lo largo del camino montañoso dePanfilia.
Después del regreso de Marcos, Pablo y Bernabé continuaron su viaje hasta llegar a la ciudad de Antioquía, luego de aproximadamente una semana de caminar por las montañas.
Antioquía de Pisidia
Antioquía era una ciudad hermosa, construida en su mayor parte de mármol blanco que brillaba con la luz del sol. Era la entrada a las ciudades interiores de Asia Menor.
El día de reposo (Sabat), Pablo y Bernabé fueron a la sinagoga en donde Pablo fue invitado a dirigirse a la congregación. Había mucha gente presente ese día de reposo cuando Pablo dio su conmovedor sermón encontrado en Hechos 13:16-41. Después que hubo terminado el sermón, la gente sentó atónita.
La siguiente semana, la sinagoga se llenó de gente incluso venida de lejos para oír la predicación de Pablo. Ese día Pablo repitió el mismo mensaje de la semana anterior, pero esta vez los líderes Judíos lo interrumpieron gritándole maldiciones. Los Judíos querían que parara todo aquello que creían era blasfemia, pero cuando Pablo y Bernabé fueron expulsados de la sinagoga los Gentiles de la ciudad los invitaron a predicarles a ellos.
Los Judíos continuaron incitando su gente contra Pablo y Bernabé. Fueron enviados delante de los magistrados de la ciudad, quienes les ordenaron salir de Antioquía. Los magistrados enviaron dos guardias para que los sacaran fuera de las puertas de la ciudad. A Pablo y Bernabé se les orden que salieran fuera de la provincia y nunca volvieran a regresar a la ciudad de Antioquía.
En Iconio
Pablo y Bernabé viajaron sesenta millas al este de la ciudad de Iconio que era la ciudad capital de la provincia de Licaonia. La ciudad tenía altos muros rodeándola.
Los dos misioneros comenzaron a enseñar en las sinagogas locales. Al principio los líderes Judíos no se opusieron a Pablo y Bernabé, pero cuando vieron que habían comenzado una iglesia y muchos Gentiles se habían convertido, se ofendieron por la predicación de Pablo. Los Judíos les ordenaron permanecer lejos de la sinagoga. La oposición contra Pablo y Bernabé lentamente creció, y los rumores para apedrearlos se comenzó a diseminar. Una vez los apóstoles oyeron estos rumores salieron de Iconio rápidamente.
Listra
En Listra, la gente escuchó cuidadosamente a los misioneros como ellos predicaban sobre Jesucristo y muchos se convirtieron a la Cristiandad.
Un día Pablo le dijo con voz fuerte a un inválido, quien nunca había caminado en su vida, "Levántate derecho sobre tus pies." (Hechos 14:10) Al instante el hombre inválido se puso de pie y comenzó a caminar. La muchedumbre no podía creer lo que veían. Habían acabado de testificar un milagro. En vez de adorar al Dios de Pablo y Bernabé, la gente de Listra comenzó a adorar a los dos misioneros. Nombraron a Bernabé, Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque él era el orador principal.
Cuando Pablo y Bernabé oyeron que la gente los adoraban, les dijeron "Varones, por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay" (Hechos 14:15).
Lentamente la iglesia creció y mucha gente aceptó a Jesucristo. Uno de esos creyentes fue un nombre joven llamado Timoteo. Su madre, Eunice, y su abuela Loida, fueron amigables con Pablo y Bernabé. Los dos misioneros pasaron mucho tiempo en su casa. Timoteo tenía hambre por el evangelio. Escuchaba cuidadosamente los mensajes de Pablo acerca de Cristo y fue inspirado por Pablo para llegar a ser un misionero.
Unos meses después, un grupo de Judíos de Iconio y Antioquía vino a la ciudad de Listra para discutir las verdades con Pablo. El grupo Judío lo apedreó. Finalmente ellos arrastraron a Pablo fuera de las puertas de la ciudad creyendo que estaba muerto. Pablo se levantó y entró nuevamente a Listra, y el siguiente día él y Bernabé salieron para Derbe.
Derbe
Los dos apóstoles pasaron el invierno en Derbe y predicaron el evangelio a los campesinos. Durante los meses de invierno Pablo y Bernabé organizaron una iglesia donde muchos fueron salvos por la gracia de Jesucristo.
El Camino de Regreso al Hogar
La siguiente primavera Pablo y Bernabé volvieron nuevamente a Listra, Iconio, y Antioquía. Ellos permanecieron poco tiempo en cada una de estas ciudades. Visitaron las iglesias jóvenes que habían comenzado y los animaron a retener firme su fe en Jesucristo.
Cuando finalmente llegaron de regreso a la ciudad de Seleucia, pero no pudieron encontrar un barco para regresar a casa, Pablo y Bernabé viajaron a lo largo de la costa a la ciudad de Atalia, donde encontraron un barco navegando a Antioquía, su destino final.
Cuando llegaron a casa Pablo y Bernabé compartieron las alegrías y dolores de su viaje. Hacía un poco más de dos años que se habían embarcado en este viaje. El Señor había bendecido sus esfuerzos. Las puertas del evangelio estaban ahora abiertas para el pueblo gentil.
Segundo Viaje Misionero de Pablo
Después de separarse de Bernabé, Pablo eligió a Silas para que lo acompañara en su segundo viaje misionero. Ellos viajaron norte al Asia Menor. Su meta para este viaje no era comenzar iglesias, sino animar a las iglesias existentes a tener una fe firme en Cristo. A Pablo y Silas se les unió el joven Timoteo en Listra. Los Apóstoles viajaron a
Macedonia, y en la ciudad de Filipos, Pablo y Silas fueron encarcelados.
Mapa del Segundo Viaje de Pablo
Después de pasar el invierno en Antioquía de Siria, Pablo sintió el deseo de realizar otro viaje para volver a visitar las iglesias y ver como les estaba iendo. El fue a Bernabé y le contó este impulso por otro viaje. Bernabé estuvo de acuerdo y quiso que Juan Marcos fuera nuevamente con ellos. Pero Pablo rehusó. El creía que Juan Marcos había tenido su oportunidad para probarse a sí mismo, pero le faltó fe volviendo a su casa. Bernabé estaba empeñado en traer a Juan Marcos, pero Pablo permaneció firme en su decisión.
El desacuerdo llevó a una separación entre los dos apóstoles. Bernabé y Juan Marcos se embarcaron en su propio viaje misionero mientras que Pablo tuvo que encontrar un nuevo acompañante.
Pablo invitó a Silas a ir con él en su segundo viaje misionero. Pablo quedó impresionado por el entusiasmo de Silas por el evangelio de Cristo. Los dos misioneros salieron para su viaje en el año 49 D.C.
En Cilicia
Pablo y Silas viajaron al pueblo natal de Pablo, Tarso donde fueron bien recibidos. Pablo y Silas fueron a la iglesia Cristiana y animaron a los creyentes a tener fe firme en Cristo. También leyeron la carta de Santiago a la iglesia. Pablo y Silas no permanecieron mucho tiempo en Tarso pues su meta de este viaje no era comenzar iglesias sino dar ánimo a las ya existentes.
Listra
Pablo y Silas viajaron a Derbe y Listra. En Listra ellos visitaron la casa de Timoteo. Pablo y Silas se agradaron con el testimonio de Timoteo y pensaron que él se debería unir a ellos en este viaje misionero. La madre de Timoteo, Eunice, de buena gana entregó su hijo para el ministerio de Cristo. Pablo amaba a Timoteo y frecuentemente lo llamó su hijo.
El Llamado a Macedonia
Los tres apóstoles viajaron a la provincia de Frigia y la región de Galacia. Ellos querían predicar el evangelio en Asia, pero el Espíritu Santo les prohibió que fueran a allí.
Pablo, Silas, y Timoteo continuaron su viaje iendo al este, a la ciudad de Troas. En Troas, Dios le habló a Pablo en una visión. En ese sueño "un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo, Pasa a Macedonia y ayúdanos." (Hechos 16:9) Después del sueño, los tres misioneros reunieron sus pertenencias y navegaron a Macedonia.
En Filipos
Después de navegar a la ciudad de Neápolis, los apóstoles viajaron a Filipos. Filipos era la ciudad principal de esa región de Macedonia. No había sinagogas en la ciudad a causa de la población pequeña de Judíos. Pablo predicó fuera de la ciudad a la orilla de un río. Un día de reposo una dama llamada Lidia vino para oír la predicación de Pablo. Ella y su familia abrieron sus corazones a Cristo y se bautizaron.
En una ocasión los apóstoles fueron interrumpidos por una niña esclava poseída por un espíritu malo. Ella proporcionaba grandes ganancias a su dueño por predecir el futuro. Esta niña poseída acosaba a los apóstoles siguiéndolos por muchos días. Entonces un día Pablo se volvió a la niña y dijo al espíritu "Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella" (Hechos 16:18) Y el espíritu salió. Cuando el amo de la niña se enteró, llamó a los magistrados quienes detuvieron a Pablo y Silas golpeándolos y arrestándolos.
A la medianoche de su primera noche en prision, Pablo y Silas oraron y cantaron alabanzas a Dios. Repentinamente vino un terremoto. La fundación se sacudió y las puertas de la prisión se abrieron. El guardia de la prisión se despertó para ver todas las puertas de la prisión abiertas. Creyó que los presos se habían escapado, y tomando su espada estaba listo a matarse a sí mismo. Pero entonces Pablo le gritó "No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí." (Hechos 16 28) El guardia cayó temblando a los pies de los apóstoles pidiendo "Señores, qué debo hacer para ser salvo?" (Hechos 16:30) Y ellos le contestaron, "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa." (Hechos 16:31). El guardia de la prisión aceptó al Señor como su Salvador y se bautizó enseguida.
Al día siguiente Pablo y Silas fueron liberados de la prisión y salieron de Filipos inmediatamente.
Tesalónica
Después de pasar por Anfípolis y Apolonia, los tres apóstoles llegaron a Tesalónica. El apóstol permaneció en la casa de Jasón, primo suyo. Había una sinagoga Judía en la ciudad, y los misioneros continuaron su trabajo. Ellos habían convertido suficientes creyentes para comenzar una nueva iglesia en Tesalónica.
La gente Judía comenzó a sentir celos de los tres misioneros, y se reunieron en la casa de Jasón para arrestar los apóstoles, pero éste los ocultó. Así que los Judíos arrestaron a Jasón, pero más tarde fue liberado de la prisión. Más tarde esa noche él les advirtió a los apóstoles que salieran de Tesalónica. Los tres hombres siguieron el consejo y salieron esa noche.
Berea
Después de dejar Tesalónica, los apóstoles se dirigieron al oeste a Berea. Pablo y Silas predicaron en las sinagogas en Berea y muchos aceptaron a Cristo como su Salvador.
Cuando los Judíos de Tesalónica oyeron que los tres apóstoles convertían muchos en Berea, un grupo de ellos viajó a la ciudad y comenzó a agitar al pueblo contra Pablo solo. Silas y Timoteo permanecieron en Berea, pero Pablo navegó a la ciudad de Atenas.
Atenas
Atenas era una ciudad de gran belleza, pero idólatra. Pablo predicó el evangelio en las sinagogas y nuevamente los líderes Judíos se opusieron. Un día unos filósofos de los epicúreos y de los estoicos fueron a Pablo y le preguntaron por la nueva doctrina que estaba enseñando. Estos hombres llevaron a Pablo a la Colina de Marte, y allí predicó su gran sermón en el Aerópago. Pablo habló con poder, pero la muchedumbre rechazó el evangelio y se mofaron diciendo que hablaba disparates. Pablo dejó la Colina de Marte y Atenas desanimado y navegó a Corinto.
Corinto
En Corinto Pablo encontró un trabajo haciendo carpas para un hombre llamado Aquila y su esposa Priscilla. El apóstol Pablo trabajó y vivió con ellos. También predicó en las sinagogas Corintias todos los días de reposo. La gente Judía lo rechazó una vez más. El se animó cuando Silas y Timoteo se reunieron con él en Corinto. Pablo tuvo éxito en convertir a Crispo el principal de la sinagoga. Después de oír esto, mucho Corintios vinieron y aceptaron a Cristo como su Salvador.
Los apóstoles permanecieron en Corinto año y medio predicando y enseñando el evangelio.
Efeso
El apóstol salió de Corinto con Aquila y Priscilla. En Efeso, ellos predicaron el evangelio en las sinagogas por un corto tiempo. Luego dejaron a Aquila y Priscilla y regresaron a sus hogares.
El Hogar
Los apóstoles navegaron de Efeso a Cesarea. Ellos viajaron a Jerusalén para saludar la iglesia allí y concluir su viaje de vuelta a Antioquía de Siria.
El Tercer Viaje Misionero de Pablo
En su tercer viaje misionero, el apóstol viajó a Efeso y sostuvo un reavivamiento en la iglesia. También fue a Macedonia para visitar la iglesia con problemas en Corinto.
Mapa del Tercer Viaje de Pablo
El tercer viaje misionero de Pablo fue principalmente para guardar una promesa que había hecho a la iglesia en Efeso de que volvería. El apóstol Pablo partió de Antioquía de Siria en el año 53 D.C. y regresó en 57 D.C.
Pablo viajó norte a Derbe, Iconio, y Listra donde permaneció unos días antes de salir para Efeso.
Ministerio de Pablo en Efeso
En Efeso, Pablo predicó a la gente sobre el Espíritu Santo. Les preguntó, ¿Recibisteis el Espíritu cuando creísteis?" (Hechos 19:2) La gente de la iglesia no había oído del Espíritu Santo. Entonces Pablo les preguntó, "En qué, pues, fuisteis bautizados?" (Hechos 19:3) La gente le contestó, "En el bautismo de Juan." (Hechos 19:3) Pablo les explicó, "Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo." (Hechos 19:4) Después de la explicación Pablo los bautizó en el nombre del Señor Jesús, y repentinamente el Espíritu Santo vino sobre ellos.
En Efeso, Pablo se enteró que la iglesia en Corinto se estaba desviando de Dios. Ellos habían regresado a las maneras mundanas de los hombres. El corazón del apóstol se apesadumbró mucho por ellos.
Pablo permaneció en Efeso por más de dos años y durante ese tiempo fortaleció la iglesia de Efeso.
En Macedonia
Después de dejar la iglesia de Efeso, Pablo viajó a Troas donde encontró un barco y navegó a Filipos.
En Filipos volvió a visitar viejos amigos como Lidia, la mujer quien vendía púrpura. Su estadía en las ciudades de Macedonia fue corta porque su corazón estaba todavía agobiado por los Corintios.
En Corinto
El apóstol Pablo llegó a la ciudad de Corinto para ver que la iglesia necesitaba un reavivamiento Cristiano. Durante tres meses Pablo permaneció en Corinto predicando y enseñando el evangelio. Durante este tiempo visitó a todos los creyentes y les habló. Pablo los animó a tener fe firme en Cristo y estar alerta de los falsos profesores.
Viaje de regreso a casa
Después de tres meses en Corinto, Pablo viajó de regreso a Filipos. Navegó de Filipos a Troas, donde paró un corto tiempo para compartir el evangelio. De allí continuó por barco hasta Mileto.
En Mileto, Pablo pidió que los líderes de la iglesia de Efeso se reunieran con él allí. Se despidió de los líderes con instrucciones finales para la iglesia de Efeso.
Después de bordear la pequeña isla de Cos, Pablo finalmente llegó de regreso a Siria en la ciudad de Tiro. Pablo permanecido en Tiro predicando el evangelio por siete días y luego viajó a Cesarea.
El destino final de Pablo fue la ciudad de Jerusalén.
Viaje de Pablo a Roma
El viaje de Pablo a Roma fue un viaje para cumplir el plan de Dios. Encarcelado en Jerusalén y Cesarea, el apóstol apeló a Cesar y fue enviado a Roma. El viaje estuvo plagado de tormentas y finalmente un naufragio.
Mapa del Viaje de Pablo a Roma
Introducción
Después de que Pablo terminó su tercer viaje, fue a visitar el templo Judío en Jerusalén. Los Judíos allí lo reconocieron y lo reportaron a los líderes del templo. La muchedumbre comenzó a gritarle maldiciones a Pablo, lo que condujo a un disturbio. Los Judíos vinieron de todas partes para ver la revuelta, y asieron a Pablo y lo golpearon con sus puños. Afortunadamente para Pablo las tropas Romanas se precipitaron al sitio del disturbio y desbandaron la muchedumbre. El capitán de tropa Lisias arrestó a Pablo y le amarró con cadenas. Cuando lo llevaban a los cuarteles, los Judíos se violentaron nuevamente. Los soldados Romanos tuvieron que levantar a Pablo y llevarlo lejos.
Los Romanos trajeron a Pablo a los cuarteles, creyendo que habían arrestado al Egipcio quien había conducido un disturbio anterior. Entonces el apóstol gritó diciendo "Yo de cierto soy hombre judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia, pero te ruego me permitas hablar al pueblo." (Hechos 21:39) Los Romanos aceptaron y le permitieron a Pablo dar una defensa. El apóstol habló a la gente en la lengua nativa Hebrea. Durante la defensa, los Judíos gritaban y crecía su hostilidad. Los Romanos rápidamente se llevaron a Pablo lejos. El capitán Lisias ordenó que Pablo fuese azotado, pero el apóstol protestó diciendo "¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado?" (Hechos 22:25)
Cuando los soldados oyeron esto, corrieron donde Lisias y le contaron que Pablo era un ciudadano romano. El capitán ordenó que los soldados llevaran a Pablo a una celda y le encadenaran a un guardia todo el tiempo.
Al día siguiente Pablo fue presentado delante del Sanedrín Judío. A Pablo se le permitió dar su testimonio de defensa, pero antes que él pudiera concluir, los indignados Judíos corrieron y prendieron a Pablo. Tisias rápidamente ordenó a sus tropas romanas que rodearan a Pablo y lo llevaran de regreso a su celda.
Esa noche Cristo vino a Pablo en una visión. Jesús le dijo, "Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma" (Hechos 23:11).
Más tarde, Pablo fue llevado al Norte a la ciudad de Cesarea donde compareció en juicio delante del Gobernador Félix. El juicio se demoró tiempo tras tiempo.
Dos años más tarde el Gobernador Festo reemplazó a Felix, y algunos días después de que asumió el gobierno trajo al apóstol Pablo para su largo esperado juicio. A Pablo se le dio nuevamente un tiempo para su defensa. El terminó su testimonio con esta declaración: "Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehuso morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A César apelo." (Hechos 25:11) Cuando Festo oyó esto, se asombró y dijo "A César has apelado; a César irás." (Hechos 25:12)
Al día siguiente Pablo fue llevado delante del Rey Agripa. Después del corto juicio, el rey ordenó que Pablo hubiese podido ser puesto en libertad si no hubiese apelado a Caesar. Los guardias lo llevaron de regreso a su celda para esperar su viaje a Roma.
El viaje a Roma
El viaje de Pablo a Roma comenzó en el año 59 D.C. El barco zarpó a finales de otoño y llegó a Roma en 62 D.C.
Un centurión romano llamado Julio fue encargado del barco que llevaba al preso a Roma. El sabía que Pablo no era peligroso e iba a Roma por su propia voluntad. Por lo tanto trató a Pablo con consideración y le permitió privilegios especiales en cada parada del viaje.
El barco navegó desde Sidón a su primera parada en el puerto de Mira. Desde Mira el barco viajó Este a las ciudades de Gnido, Buenos Puertos, y Fenice. En cada parada, a Pablo se le permitió que saliera del barco, estando encadenado a un guardia a todo momento.
Naufragio
El barco zarpó de Fenice y se dirigió a su destino final, pero durante la travesía se encontraron con una gran tormenta. Durante varios días la tormenta acorraló al barco. Finalmente la embarcación romana naufragó en las costas de la isla de Malta. La gente saltando del barco llegó a nado hasta la costa, no habiendo ocasionado así ninguna muerte.
En la Isla de Malta
Los isleños de Malta llevaron a los náufragos al gobernador romano Publio. Durante su estadía con el gobernador, Pablo supo que el padre de Publio estaba enfermo de fiebre. Pablo le pidió a Publio que si lo podría ver. El gobernador aceptó. El apóstol fue al anciano padre y colocando sus manos sobre él, miró al cielo y oró. El Señor oyó su oración, y el padre del gobernador se sanó. Pablo y los demás náufragos vivieron en Malta por tres meses.
Hacia Roma
Los soldados romanos encontraron un barco diferente para navegar a Roma. Saliendo con los prisioneros de Malta, se dirigieron al Norte.
El barco se orilló, permaneciendo en las ciudades de Siracusa, Regio, y Puteoli. Luego alcanzó su destino final, Roma.
Pablo en Roma
Cuando los presos llegaron a Roma, fueron entregados al prefecto militar. A Pablo se le dio un cuarto privado donde permaneció con un guardia de la prisión. Se le concedieron privilegios especiales para ver amigos en la ciudad cuando él quisiera.
Durante dos años Pablo predicó el evangelio custodiado por guardas romanos, algunos de los cuales se convirtieron.
Meses después el apóstol Pablo recobró ánimos cuando su joven amigo Timoteo lo visitó. Habían pasado ya cuatro años desde que Pablo y Timoteo estuvieron viajando juntos predicando el evangelio.
Pablo duró dos años en cautiverio antes de que su largo y esperado juicio tuviera lugar. Fue durante su cautiverio, alrededor del año 63 D.C., que escribió varias cartas a las iglesias en Asia Menor. Los buenos informes de Festo y Julio a la Corte Romana favoreció a Pablo, quedando así en libertad.
Los Años Finales de Pablo
Esta última página describirá los esfuerzos de Pablo por hacer de la ciudad de Roma una base desde donde esparcir la Cristiandad. Concluirá con la horrorosa pero valerosa muerte por su fe en Jesucristo .
Pablo pasó sus últimos años viajando de ciudad en ciudad visitando las iglesias que había establecido. Hizo un viaje a Efeso y quedo encantado de ver que la iglesia habia crecido significativamente.
Pablo es arrestado en Nicopolis
Nicopolis fue una ciudad importante para el trabajo misionero de Pablo. El pensaba que sería un centro perfecto para esparcir la Cristiandad.
En el año 64 D.C., Nerón culpó a los Cristianos de Roma por el gran incendio en la ciudad. Nerón ordenó que todos los Cristianos fuesen arrestados y matados. Mientras Pablo estaba en Nicopolis, en el año 67 D.C., un funcionario romano reconoció al apóstol como un líder de la fe Cristiana. Allí fue arrestado y enviado a Roma.
Juicio de Pablo en Roma
El principal acusador de Pablo en ambos juicios fue un trabajador de metal llamado Alexander. El testificó ante la corte que Pablo era el líder de la iglesia Cristiana. Pablo presentó su defensa con poder. La corte quedó impresionada con la defensa y aplazó el juicio para después. En su segundo juicio, el Emperador Nerón influencio a la corte para que rápidamente condenara a Pablo y lo ejecutara. La corte, cumpliendo su deseo, encontró al apóstol Pablo culpable y lo sentenció a la muerte por decapitación.
Ese mismo día los guardias romanos llevaron a Pablo fuera de la ciudad de Roma. Allí se le ordenó que se arrodillase en el suelo. El capitán romano desenvainó su espada y decapitó al apóstol Pablo.
La larga e ilustre vida de Pablo influyó grandemente en la expansión de la Cristiandad. Su celoso por la causa de Cristo condujo a muchos a seguir su paso. El será recordado como el Misionero a los Gentiles.
Fin